jueves, 28 de junio de 2018

PARTIDO EL VIERNES

Cada viernes, el Doctor Antonio Gomis y Joan Carles Asensi jugaban un partido de tenis a las cinco de la tarde. Desde hacía más de treinta años, que es cuando empezaron los partidos con Joan Carles, Antonio no visitaba nunca en su consulta las tardes de ese día de la semana.

Se habían conocido en un Campeonato del Club el año en que Antonio cumplió los cuarenta. Les había tocado enfrentarse en la primera eliminatoria y el partido fue verdaderamente reñido. Todo se resolvió en el set final cuando Antonio, que tenía menos físico pero cuyo juego era mas fino, encauzó varios golpes ganadores a las líneas. Los dos acabaron extenuados pero satisfechos del juego desplegado. En esta ocasión poco les importó al uno haber ganado y al otro haber perdido, lo habían dado todo.

Antonio no recuerda si aquel año llegó muy lejos en el torneo, pero sí que durante semanas se deleitó reviviendo muchos de los puntos de aquel partido con Joan Carles, hasta que un día se encontró con éste en la Conserjería del Club.

- Hola Joan Carles, soy Antonio Gomis, jugamos juntos hace tres semanas la primera eliminatoria del Campeonato Social, espero que me recuerdes.
- Por supuesto Antonio, ¡como te voy a haber olvidado! ¡nunca he tenido que correr a tantas dejadas! – dijo el otro riendo.
- ¡Desde luego a mí nunca me habían llegado a tantas! – continuó Antonio con la broma
– Oye, no, ahora en serio, el partido del otro día estuvo realmente bien, hacía tiempo que no me divertía tanto.
- Sí, es verdad que estuvo bien, deberíamos volver a jugar...
- ¡Justamente! ¿Como lo tienes esta semana?
- Mira, podría jugar cualquier día a partir de las ocho y media de la tarde, pero cuando me iría mejor es el viernes a las cinco.
- Oye, ¡pues hecho!, a mi también me va bien el viernes a esa hora, ¿nos encontramos aquí mismo en Conserjería?
- Perfecto, aquí mismo el viernes a las cinco. Hasta entonces.

El partido que jugaron ese viernes también fue muy disputado; se lo llevó Joan Carles porque Antonio no supo jugar tan bien los puntos definitivos. Al acabar, acordaron encontrarse el viernes siguiente para volver a jugar.

Así, y durante años, el Doctor Gomis dejaba la consulta a las dos y media y, después de comer con su mujer y echarse veinte minutos, se dirigía al Club de Tenis a encontrarse con Joan Carles. Tenían el uno el teléfono del otro para poder avisarse si alguna vez iban a fallar, pero eso prácticamente nunca sucedió. También sabían que el uno era pediatra y ejercía en la ciudad y el otro era asesor fiscal y contable. Pero poco más, nunca llegaron a presentarse a sus respectivas mujeres por no hablar de los hijos, ni nunca quedaron para cenar ni hacer otro plan que no fuera su partido de los viernes.

Y después de jugar y de la ducha, a casa; rara vez tomaron una caña juntos antes de dejar el Club. A Antonio le iba bien así porque se marchaba el fin de semana con su mujer y los niños a Sant Cugat. ¿Qué hacía Joan Carles? Antonio sabe que durante unos años solía irse al Maresme también con la familia, pero que un año cuando sus hijos ya fueron mayores se vendió la casa, y no recuerda si luego compró otra más pequeña para sólo él y su mujer.

Eso sí, cada partido que jugaban era mas emocionante que el anterior, y cada vez los dos exprimían a fondo su juego como no lo conseguían con ningún otro contrincante. Era como si todo su aprendizaje y años de práctica alcanzaran su zenit cada viernes a partir de las cinco. Hasta tal punto llegó Antonio a priorizar el partido semanal con Joan Carles, que, ya mayor, cuándo la edad aconsejaba moderación, pasó a ceñir su práctica del tenis a su cita con él.

Un viernes a las cinco, Joan Carles no se presentó. Antonio decidió no llamar, pensando que habría tenido algún contratiempo, y que ya le llamaría él. No le quiso dar más importancia, aunque la situación en el fondo le extrañaba. La llamada no llegó, y el lunes, cuando leyó la muerte de Joan Carles Asensi Mas, a la edad de setenta y dos años, en una esquela en el periódico, Antonio cerró los ojos, recordó durante unos instantes a ese magnífico tenista, y acto seguido escribió en su agenda: Martes 11 de Mayo, 9h – Darse de baja del Club.

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